La epistemología como teoría del conocimiento o gnoseología es la ciencia que estudia la naturaleza y validez del conocimiento centrándose en “como conocen los que conocen (las propiedades del observador), en lugar de qué es lo que se conoce (las propiedades del objeto de conocimiento).[1] El conocimiento posee bases sólidas, las cuales “se sustentan en supuestos filosóficos que no son absolutos, sino muy por el contrario, son cambiantes gracias a la investigación científica.”[2]

Por lo mismo, al enfrentar nuestra investigación es importante que el investigador defina su modo de conocer lo que conoce. Nuestra postura científica al pretender generar un conocimiento nos obliga a elegir entre las visiones realistas o escépticas. Esta última nos recuerda la sentencia del sofista y retórico Gorgias “según la cual ‘nada existe; aunque existiera, no podríamos conocerlo; aunque existiera y pudiéramos conocerlo, no podríamos comunicarlo a otros’”[3]. Al parecer, no quedaría más remedio que separarnos del objeto de estudio y lograr vislumbrarlo desde la distancia. Sin embargo, intentaremos ser parte del objeto de estudio y lograr comprender el fenómeno desde nuestra propia experiencia. Las visiones epistemológicas de realismo y escepticismo también las podemos esclarecer entre la oposición de los conceptos de trascendencia e inmanencia. La trascendencia supone que se puede llegar hasta la realidad dando origen al realismo. Para la inmanencia, en cambio, el conocimiento permanece dentro de sí mismo y lo reconoce como propias representaciones de si mismas dando origen al idealismo. La firme convicción de este último postulado lo manifiesta el filósofo y padre fundador de la semiótica Charles Pierce al argumentar que:                                         

“Si se me pregunta si existen realidades que son enteramente independientes del pensamiento, yo preguntaría a mi vez qué significa y qué puede significar tal expresión. ¿Qué idea se puede aplicar a aquello de lo que no hay idea? Porque si hay una idea de tal realidad estamos hablando del objeto de tal idea, que no es independiente del pensamiento; para conseguirlo, esta idea tendría que sacarse a sí misma fuera de sí misma. Y como no hay tal idea, la mencionada expresión no tiene significado”[4].

El anterior razonamiento nos permite corresponder a Gorgias desde la visión idealista e inmanente propuesta por Pierce. Por cuanto, el presente capítulo si bien presentará una visión de los primeros paradigmas epistemológicos, una crítica a la metodología cuantitativa  y una breve introducción al constructivismo desde la mirada de Varela y Maturana. Intentaremos profundizar lo sentenciado por el retórico y sofista Protágoras, quien afirma: “El hombre es la medida de todas las cosas”[5].

Extracto del texto Original: Retórica y Comunicación Estratégica

Autor: Christian Schaefer




 

[1]  Felipe García y Cols, Seminario: Epistemología Constructivista , Monografía sin publicar, Concepción,  2003, pág. 2
[2]  Op. Cit. pág 3
[3] María Rosa Berganza y col., Investigar en Comunicación, guía práctica de métodos y técnicas de investigación social en Comunicación, Mc Graw Hill, Madrid, año 2005, pág. 4.
[4] Citado en María Rosa Berganza y col., Investigar en Comunicación, guía práctica de métodos y técnicas de investigación social en Comunicación, Mc Graw Hill, Madrid, año 2005, pág. 5.
[5] Citado por Bruno Rychlowski, Lecciones de Filosofía, La Gratitud, Santiago, año 1978, Pág. 41.